sábado, 3 de julio de 2010

VI. silencio





VI


lo que quiero que me diga
nada más que lo que quiero
se mece ahí en un instante
se muestra ahí en silencio



V. paréntesis





V

no importa qué se diga

–dice- y todo queda ahí

tendido sobre la nada


nadie sabe nada sabe

los profesores –por fin-

se quedan sin perorata

se preguntan azorados

qué continge cuando un

paréntesis queda rengo


un paréntesis desatado

es la cosa más terrible

nos abre a la nada

nos llena de espanto

se nos aparece

inundándolo todo


todo y nada es lo mismo

el mundo pierde la prisa

no tiene dónde ir se apaga

no sé qué pasa nadie sabe


qué cosa es este amasijo

palabreo sin fin sin fondo

cuando los paréntesis

quedan a medio hacer


un paréntesis roto

nada encierra

amontona las

palabras que

se sostienen

en la noche

sin costuras

arrojadas

queriendo

torpemente

decirlo todo


en la dureza

de la noche

desbordada

se abisman

las imágenes

inquieta mímica

sin gesto ningún gesto

una fugaz presencia

interrumpe toda cuenta

el cansancio nada espera


mas allí donde los paréntesis

nada resuelven algo se fuga

tironea la trama que lo retiene

se expone al silencio que estalla



martes, 13 de abril de 2010

mariconeando





Caligramas,

Guillaume Apollinaire


miércoles, 17 de marzo de 2010

IV. huelga esperar




IV


huelgan las razones hoy nadie

se detiene a esperar mejor así

no más altares abajo el trabajo

amor dolor deseo no palabrean

insurrección hacer trizas el aura

sabotaje interrumpir la máquina

líneas de montaje de intensidad

en sordina ensamblan la libertad



martes, 16 de marzo de 2010

III. ojos agrietados




III


ojos agrietados la noche

en el bullicio se derrama

un hospicio las palabras

placeres risas enlatadas

siluetas estalladas olvido


ojos escrutantes ladridos

policías preocupan calles

miedo enardecido privado

manos estrujadas miradas

muros cercos empalizadas


a los asuntos de cada cual

ocupa tu puesto prepárate

consume enloquece muere

estrepitoso ruido nos envuelve

una cáscara de piruetas la tevé



II. noche deshilachada





II


la noche estallando en silencio

en silencio la noche estallando

trasuntando esquivas imágenes

sin hilo desenlazadas pululantes

tijeretazos mutando el tiempo

henchido de muchos tiempos

amputan garabatos a la nada


cuánto dura esta noche

dónde están sus pliegues

y más allá de ellos qué

y más allá de ellos qué

cuántos se pierden en ella

consumidos por el fuego

en ésta deshilachada noche

dando vueltas y más vueltas

quién se obstina en vigilar su trama

no más tomar sus hilos sacudirla

arrancarle lo que puede

tironear todos sus nudos

desgarrar sus costuras

hacer puntada sin hilo

mostrarles la hilacha

como si éstas palabras

pudieran asir lo que no

pueden lo que no pueden

acaso es la nada quien grita

qué cosa en ella nos seduce

al arrojo al abismo a la deriva

a la más pura pérdida sin cifra

una desbandada un abandono



I. murmullo ácrata





I


con el murmullo de

las hormigas

un silencio

moquea

–el muy llorón-

mientras la tarde

se estrella

a cascotazos

y uno a uno

se derraman

a borbotones caen

los pedazos desnudos

del tiempo que se mece

en el tiempo sin tiempo

absurdos pasmosos

inasibles se escapan

y su destello azul

derrite mis ojos


las hormigas sigilosas hacen su trabajo

las muy idiotas se llevan la tarde a cuestas

sepa que no se detienen no cómo hacerlo

si así lo dicta la comunidad no te detendrás

nadie que las observe nadie que las oiga no

sin vacilar sin demora alguna arrean

juntan los cachos desparramados

uno a uno amontonan los restos

no hacen ruido ningún ruido

silencio la reina duerme

y harapientos lacayos

la arropan la arropan

mientras ella sueña su sueño de seda

un febril anhelo de ella se adueña

interrumpe su plácido letargo

entre algodones y terciopelos

una impaciencia un zarandeo

por toda ella un cálido hormigueo

que la consume en silencio

que la envuelve en silencio

y que no puede confesar

y que no puede confesar

furibunda y perversa lo desea

gimotea nunca pudo el olvido

sus ojos nunca supieron

por su cuerpo un temblor

por esa hormiga jacobina

por esa hormiga jacobina

–soberana diversión-

llamada marat

ciudadano marat

al que aclaman y reclaman

tumultuosas multitudes

sin patrón sin medida

como su majestad

que entre sollozos

con su fina boca de reina

pide a la negra espesura

donde el cielo tiene lugar

oh padre mío yo te pido

escuches mi ruego yo te pido

haz que vuelva que vuelva

esa hormiga voluptuosa

plena cuyo ardor deseo

sin desmayo mi cuerpo

cual ofrenda le entrego


muy en el fondo

sé que el fondo

no tiene más fondo

como una caja

de ésas cajas

humedecidas

desfondadas

como ese niño

triste sin un fondo

al que salir a jugar

a potrear a patear

como una casa

sin fondo ni jardín

así me encuentro

tocando el fondo

tocando el fondo

con mis manos

con mis pies

aferrado al fondo

con todo mi peso

está bien lo sé

y no me quejo

y no me quejo

no hay más allá

-dicen- del fondo

sólo un fondo

sin fondo

sin fondo

en el que

abismarse

sin tocar nunca

ese fondo allá

lejos en el fondo

sin fondo sin fondo


los ojos

perderme

en esos ojos

sin fondo

perderme

en esos ojos

y nada más

y nada más